Si alguien a quien amaba me estuviera engañando, así es como lo manejaría:
- Lo acompañaría a la parte delantera de la casa y le decía: “Si crees que puedes encontrar a alguien mejor que yo, aquí está la puerta”.
- Abrí mi mejor botella de champán y soluto el hecho de que me deshice de un hombre que obviamente no aprecia a una mujer con belleza, inteligencia y un fabuloso sentido del humor.
- Diría una oración de gratitud por no haber tenido hijos juntos que podrían haber detectado su “falta significativa de buen juicio e incapacidad para reconocer lo mejor que le haya pasado” al gen.
- Finalmente, para retribución, así como para mi diversión, publicaría una nota en cada Salón del Reino (Iglesia de los Testigos de Jehová), en el tablón de anuncios, a 50 millas de su casa, con la dirección de su casa, enumerando los fines de semana antes de las 7 am como el mejor momento para hacerle una visita