Aquí hay cinco consejos gratis. Dejaré que otros agreguen más:
- Eres un profesional Actúa como uno.
Llevas la bandera canadiense en tu hombro. Una vez incorporados a las Fuerzas Armadas de Canadá, sus valores personales y su ética deben coincidir con los valores y la ética de Canadá. Cuando está dentro o fuera del uniforme, dentro o fuera de la base, en la casa de otra persona en Canadá o en el extranjero: usted es un profesional. Acto. Me gusta. Uno. - Cállate y escucha a tus suboficiales. *
Salvará tu vida, de muchas maneras. Estos hombres y mujeres están ahí para entrenarte, guiarte y guiarte a lo largo de tu carrera militar. No importa si eres un recluta privado o un cadete oficial, escucha a tus suboficiales superiores.
* Este consejo nunca envejecerá. Incluso si clasificas a tus suboficiales superiores más tarde en la vida, escúchalos. - No renuncies
No importa si se trata de la vida civil o militar, todo lo que haces es 90% mental y 10% físico. Llegará un momento, o muchas veces, donde todo lo que quieres hacer es dejar de fumar. Solo recuerda, es en ese momento donde estás más cerca de la línea de meta. Si es dolor físico, EMPUJA el dolor y apague el ruido mental. Si es dolor mental, HABLE CON ALGUIEN. Hagas lo que hagas, no renuncies. - La lógica no existe.
No trates de darle sentido a algunas cosas. Hay tantas partes móviles de lo que hace el ejército que puede que no te parezca evidente en ese momento. Habrá ocasiones en las que te aburres de tu cráneo, te sientas en algún campo, bebes agua tibia de tu cantimplora, arrojas rocas al casco de tu amigo durante 6 horas y te pones a pensar que es lo que está ocurriendo con el verdadero% f $. No te hagas daño. Ir con el flujo. - Tu arma nunca estará lo suficientemente limpia.
Campo o guarnición. Nunca, nunca, nunca, será lo suficientemente limpio. Tu arma es tu salvavidas. Es tu implemento. La herramienta de tu profesión. Respétalo y siempre estará ahí para ti. No es un juguete. No puede matar sin ti. Es un pacificador. En tus manos, tanto el tomador como el salvador de vidas.