Tenía 32 años, 4 hijos y una madre soltera cuando ingresé en la escuela de enfermería y tuve que trabajar todos los fines de semana y llevaba una carga completa de 18 semanas en la escuela, además de clínica y estudio. No es fácil de ninguna manera, pero si su esposo es capaz y está dispuesto a ayudarlo a tener algo, no tuve una persona extra para recoger a los niños, lo ayudé con la escuela y con las tareas del hogar y también con las tareas domésticas. La familia se beneficiará de su escuela final.
Estaba tan cansada que a veces no sabía qué día era, pero lo logré y agradecí haberlo hecho. Me organicé bien, pero también me esforcé a veces porque, mirando hacia atrás, no sé cómo lo hice.
Consiga la ayuda de su familia y manténgase enfocado en lo que está logrando en esos días en los que desea rendirse.
Continúa y un día volverás a ver esto y te darás cuenta de que fue uno de tus mejores momentos. Estoy muy agradecido por lo que mi esfuerzo me dio en una carrera y libertad financiera ganada durante 35 años. Así que Dios bendiga sus esfuerzos como lo hizo el mío y siga adelante.