Teóricamente la respuesta sería sí. Tu cuerpo podría ovular y podrías quedar embarazada. Sin embargo, es probable que haya muchos factores hormonales en juego que podrían prevenir la ovulación o acortar la fase lútea, lo que significa que el embarazo no podría ser compatible.
Trabajar con un especialista en fertilidad sería una gran idea.