Personalmente nunca me odié a mí mismo, porque estaba claro que no era la razón de todo este desperdicio de energía. Mi madre era. Los padres son un factor externo y no interno, por lo que no tendría sentido buscar fallas dentro de mí, especialmente cuando soy la herramienta más afilada en el cobertizo que es mi familia.
Aparte de eso, sugeriría identificar las cualidades exactas por las que te estás juzgando y trabajar desde allí.