Absolutamente no. En los Estados Unidos, los registros educativos de los estudiantes están protegidos por la Ley Federal de Derechos Educativos y Privacidad (FERPA). Eso significa que no podemos hablar sobre las calificaciones de un estudiante, o incluso si el estudiante está realmente inscrito en la clase, sin el consentimiento expreso por escrito del estudiante, una orden judicial o una situación en la que exista una amenaza para la salud y Seguridad de alguien en la clase.
Las políticas exactas varían de una institución a otra, pero los profesores deben rechazar cortésmente pero con firmeza todas las consultas de los padres.