Que NADA es permanente.
Solo esta frase lo dice todo.
Ninguna condición de vida se mantendrá de la forma en que crees que son hoy. Todo puede cambiar en solo una fracción de segundo. Muertes súbitas, circunstancias inesperadas, puntos de inflexión y más condiciones que pueden, de la nada, cambiar todo al revés.
Nunca sabremos a ciencia cierta lo que va a pasar. Lo mejor que podemos hacer es tener fe y seguir adelante.
- ¿Qué cualidades quieren las adolescentes indias en los adolescentes?
- ¿Cuál es tu peor momento de “ser pisoteado”?
- A los 16 años, ¿cómo puedo encontrar una pelea amateur de MMA?
- ¿Alguna advertencia o sugerencia para un joven de 19 años que está a punto de tomar una decisión que le cambiará la vida?
- ¿Qué debo saber sobre las relaciones con las mujeres en la edad adulta?
Permitirte moverte sin rumbo en la vida sin objetivos específicos en mente, sin embargo, es uno de los peores argumentos para esta oración. Solo porque sabemos que nada es permanente no significa que no debemos hacer nada respecto al futuro o nuestras condiciones actuales.
En cambio, esto acentúa nuestras necesidades desesperadas de equilibrar nuestro estado de ánimo para vivir plenamente en el presente y aceptar que no tenemos ni idea de lo que nos espera en el futuro, por lo tanto, los preparativos. Nuestras fugaces existencias no nos permitirán una segunda oportunidad para volver y reescribir la historia. Pero la comprensión de esta única oración anterior lo ayuda a navegar por su condición actual y a comprender que esto también pasará. Ya sea que esté eufórico actualmente, en tristezas profundas, sintiéndose desconsolado o devastado.
No importa.
Esto también pasará.
Así que aprecie su felicidad actual, tenga fe en el futuro y NUNCA dé nada por sentado.