6 años atrás, primera ruptura. Yo estaba vengativo. Hice todo lo posible para humillarla. La inmadurez estaba en su apogeo.
Como resultado, fui bloqueado de todas partes. No estaba dispuesta a perdonarla por nada. Mi ego estaba herido. Más traté de atraparla, más se volvió repulsiva. No había nada que pudiera hacer para recuperarla en mi vida.
Cometí una serie de errores, como resultado estaba en el extremo receptor.
Finalmente me rendí.
- ¿Por qué el amor me da más dolor?
- He estado trabajando con otro músico durante unos meses y creo que él tiene sentimientos por mí. Tengo una pareja a la que amo. ¿Debo detener el proyecto?
- ¿Alguna chica me amará alguna vez?
- ¿Qué puedo hacer para que mi novio le muestre que lo amo?
- ¿Dónde y cómo puedo encontrar el amor verdadero?
Lo que aprendí: aceptar las cosas y dejarlas ir. No tienes a nadie.
Lo que perdí: auto respeto. Mi dignidad. Arruinó mi presente y mi futuro.
Segunda ruptura. Yo era el otro chico en su vida, ella ya tenía un novio.
Estaba enojada, pero recordé desde el primer momento, que no tienes a nadie. Fue su elección, tal vez fue moralmente incorrecto, pero nadie puede controlar su emoción y ella se enamoró de mí.
Pero tuve problemas para aceptar eso. No podía dejarlo ir. La inmadurez todavía estaba en mi bolsillo.
La bloqueé de todas partes. Ella trató de contactarme de todas las formas posibles. Finalmente cambié mi número y la identificación de correo electrónico también.
Lo que aprendí: aceptar las cosas y dejarlas ir. No tienes a nadie.
Lo que perdí: perdí mi número de móvil (era el número de oro).
Tercera ruptura. Mis expectativas eran bajas pero aún no estaba listo para la ruptura. Ella dejó de amarme mucho tiempo atrás. Sólo un nombre de relación estaba allí.
El día que ella dijo que no sentía nada por mí, supe que se había terminado hacía mucho tiempo y solo quedaban formalidades. Le dio una oportunidad más, pero ella rompió de nuevo y me puso en una situación terrible.
Ella tenía sus propias razones para romper, yo tenía las mías para no dejarla ir. Estaba luchando con aceptación y realidad.
Esta vez recordé, aceptar las cosas y dejarlas ir. No tienes a nadie. Era su vida, ella estaba más feliz sin mí que conmigo.
Sería una mentira si dijera que no me afectó, pero nunca me entrometí en su vida debido a mi sufrimiento. Solo respeté su decisión.
Lo que aprendí: si ella realmente te ama, estará contigo, no tendrás que esforzarte más para que se quede en tu vida. Solo déjala volar, las aves siempre regresan a su nido, porque ahí es donde se sienten seguros.
Lo que perdí: nada
Aprende a perdonar, no te costará nada.