El perdón no es un acto ocasional, es una actitud constante. Es un acto de la voluntad, y la voluntad puede funcionar independientemente de la temperatura del corazón.
El perdón no se trata de olvidar. Se trata de dejar ir la garganta de otra persona. El perdón no crea una relación. A menos que la gente diga la verdad sobre lo que ha hecho y cambie su mente y comportamiento, no es posible una relación de confianza.
Cuando perdonas a alguien, ciertamente lo liberas del juicio, pero sin un cambio verdadero, no se puede establecer una relación real. El perdón de ninguna manera requiere que confíes en el que perdonas. Pero si finalmente confiesan y se arrepienten, descubrirán un milagro en su propio corazón que les permite acercarse y comenzar a construir entre ustedes un puente de reconciliación.
El perdón no excusa nada. Puede que tenga que declarar su perdón cien veces el primer día y el segundo día, pero el tercer día será menos y cada día después, hasta que un día se dará cuenta de que ha perdonado por completo. Y entonces un día rezarás por su integridad.
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La verdad es que, a menos que lo dejes ir, a menos que te perdones, a menos que perdones la situación, a menos que te des cuenta de que la situación ha terminado, no puedes avanzar.
Porque si no lo hacemos, estamos atando rocas a nuestros pies, ¡demasiado para nuestras alas!
Deseos !!
Soumya