El problema de la incorporación de la manipulación genética del genoma humano es un problema generalizado que plantea cuestiones controvertidas que tienen una forma ética. No hay ningún inconveniente cuando se trata de bebés modificados genéticamente. Sin embargo, existen algunas ventajas, como la eliminación de varias enfermedades genéticamente heredadas, como la enfermedad de Tay-Sach, la hemofilia, etc. Si usamos el poder para modificar genéticamente a los bebés de una manera adecuada con la intención de eliminar las enfermedades y los trastornos genéticos, creo que no habría desventajas.
Sin embargo, creo que la noción de la modificación genética de los bebés no se va a asentar en los ojos del público pronto. Yo mismo tengo una opinión neutral sobre este tema y considero que ambas partes son justas en los argumentos que exponen. Si los padres pudieran utilizar esta tecnología, entonces pueden hacer reclamos y demandas poco realistas que pueden ser difíciles de abordar. Además, la cantidad de regulaciones que deben hacerse y comunicarse son grandes debido a las consecuencias éticas que subyacen a estas acciones.