Todo el tiempo. Siempre al salir y reunirse. Múltiples otras veces.
De hecho, tenemos algo que llamamos ‘Lay Down Hug’®. Comenzamos esto cuando nos casamos por primera vez, como una forma de priorizarnos unos a otros, y reconectarnos en un nivel físico. Con el LDH, cualquiera de los socios puede solicitar un LDH. El otro compañero detiene lo que está haciendo, lo antes posible. Ambos van a la habitación, se acuestan y se acurrucan. Te relajas y prestas atención a tu pareja. Disfrutan juntos de un tiempo tranquilo. Tal vez decida agregar algunas actividades accesorias si el tiempo lo permite. El punto es prestar atención unos a otros, y amarnos unos a otros.