Dos ejemplos y un punto curioso.
- Una querida amiga que había jugado en el campo antes del matrimonio, se había comprometido totalmente a amar y reaccionar a los votos. Lamentablemente, su esposo no reconoció a la mujer brillante que había ganado y en el espacio de meses destruyó la relación.
- Una vez que te comprometes y reconoces que ambos confían en que el otro se ha comprometido, entonces es fácil seguir comprometido, tal vez sea algo que se diga como apoyo propio de seres devotos en particular, saben que ambas partes están siguiendo las mismas reglas.
- Y ahora el punto curioso. Me encontré con una pareja que deseaba desesperadamente destruir la relación entre uno de sus hijos y un compañero que ella amaba, y de hecho, quién la amaba. Lo intentaron todo, apelando a su mente racional, destacando su falta de perspectivas, su falta de familia, etc., nada de eso funcionó. Pero, al final, todo lo que tenían que hacer era alimentar la sospecha de que la engañaba y la relación se convirtió en historia. Al decir que tenía que decidirse independientemente de él y no hablar con él, la aislaron y dejaron que su inseguridad natural hiciera el resto. Curiosamente, él no lo hizo con ella, pero pagaron el precio por la dosis de veneno de sus padres en sus vidas.