Aunque puede variar de persona a persona, sin embargo, algunos parámetros básicos permanecen:
- Necesidad: Ambos deben sentir la necesidad de casarse. Debería suceder de tal manera que mantenerse separado ya no sea una opción viable. Pero dicho esto, el punto número 2 debe ser cuidado
- Finanzas: no importa si planea vivir con los padres del niño después del matrimonio, tiene que ser financieramente solvente. Esto significa que debe estar en condiciones de pagar el alquiler de su casa y las comodidades básicas mensuales para dos personas
- Ubicación: la situación debe ser tal que permita a ambos vivir juntos durante al menos un año.
Tenga en cuenta que no he mencionado la aprobación de los padres en ningún lugar.