El primer paso es dejar de pedirle consejo, dejar de compartir cosas con ella. Sé que duele y es incómodo, pero no tienes que ser el vehículo de tu madre para la validación si no quieres también.
El segundo paso es cuando ella comienza a asentir y sonreír. Ella no va a escuchar, no va a admitir que estaba equivocada, así que es mejor dejar que haga lo suyo y despotricar en un oído comprensivo más tarde.