¿Qué haces cuando las circunstancias de la vida separa a dos personas que están destinadas a estar juntas?

Tradicionalmente, las parejas que querían estar juntas simplemente se aseguraban de que sucediera, incluso bajo amenaza de muerte. Elope, huir juntos, casarse en Gretna Green o en Vegas con Elvis oficiando. Lo que sea.

Si ninguno de los dos tiene las agallas para hacer esto, entonces es probable que no estén “destinados a estar juntos”.

Cuestiono la premisa de que todo debe ser “destinado a ser”. A veces, se producen conexiones increíbles, y debemos estar muy agradecidos cuando lo hacen. Conexiones como esa hacen que la vida valga la pena. Pero también vivimos en un estado de flujo constante y no siempre es posible que esas conexiones persistan por siempre.

Duele cuando esas conexiones profundas que te cambian para siempre desaparecen, pero el hecho es que a veces simplemente lo hacen.

Trato de recordar estar agradecido y feliz por lo que sucedió, y trato de priorizar ese sentimiento por encima de estar triste cuando termina. Tal vez la tristeza nunca desaparece, pero no tiene que ser la emoción controladora para siempre. Aprender a vivir con la pérdida es parte de la vida.

Lo siento por tu dolor y espero que la próxima conexión increíble no esté lejos para ti.