La principal diferencia es la “conciencia moral” detectable. Si algo es capaz de hacer una mala elección, entonces es alguien. No es malo que un león se coma a un bebé humano. Por horrible que sea la idea, no podemos atribuir razonablemente maldad al acto. Es un león, un carnívoro depredador que cazará y comerá. Un león es, pues, un algo, no un alguien.
Sin embargo, si una persona anda comiendo bebés leones, tendemos a querer saber por qué y hacer un juicio moral sobre si es malo o no. Esto hace que la persona sea alguien.