Cómo convencer a mis padres de que me dejen ir al gimnasio.

Empieza a ejercitarte diariamente, con regularidad y religiosamente. Cuando tus padres se den cuenta de tu dedicación y esfuerzos, pensarán en enviarte al gimnasio. Si no es así, al menos descubrirá que puede tener un cuerpo deseable y una gran salud con entrenamientos regulares que no sean en el gimnasio, como correr, trotar, hacer sentadillas, ejercicios cardiovasculares, natación, bádminton, fútbol, ​​tenis, ciclismo y pesas, etc.