Estaba saliendo con esta chica que tenía un cuerpo caliente y era genial en la cama. Pero ella era tonta como perilla y tenía la madurez mental de una joven de 16 años. Nuestras conversaciones fueron principalmente acerca de por qué no cambio la imagen de visualización de mi FB con la frecuencia suficiente. Cosas profundas Temía conversar con ella o hacer cosas en las que me viera obligada a conversar: cenar, ir de compras, pasear por el parque, conducir en coche, abrazarme después del coito, etc. La única vez que podía hablar con ella era cuando lo necesitaba. Algo de acción. Ahora que lo pienso, todas nuestras conversaciones fueron para mí un preludio al sexo. Poco después del sexo (después de haber eyaculado), una sensación de inmensa autoestima descendía sobre mí. No amaba a esta mujer. No la respetaba. No vi ningún futuro con ella, excepto que puede haber muchos más rápidos. Sentí vergüenza por el tipo de hombre en el que me había convertido. Siempre quise que se fuera después de tener sexo o dormir en una cama diferente. Supongo que estaba enamorada de mí y cuanto más la trataba como a un imbécil, más intentaba ganarme, lo que me hacía odiarme a mí misma y a ella aún más.
El sexo puede desencadenar ciertas emociones. Para mí, fue vergüenza y culpa. Todavía lo es, a menos que esté con una mujer que amo. ¿Qué es el sexo desencadenante para ti? Lo más probable es que no sea amor.