De hecho, creo que las parejas homosexuales tienen más probabilidades de ser estables.
Si queremos casarnos, la gente se dará cuenta y algunos se ofenderán. Así que es mejor que estemos realmente seguros de querer casarnos. Nadie nos empujará a hacerlo. Sería nuestra propia elección, bien considerada, que aún desearíamos hacer a pesar del estigma asociado.
Si queremos hijos, eso será aún más difícil. Tendría que ser un esfuerzo planificado, que nos obliga a realizar una evaluación para ver si seríamos buenos padres en caso de adopción.
Siempre se nos juzgará con más dureza y somos muy conscientes de las reservas que algunas personas tienen sobre los padres homosexuales. Tenemos mucho más que demostrar, y nunca se dará por sentado que somos buenos padres. Esto nos lleva a ver nuestras propias acciones de manera más crítica.
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Digamos que tomamos el divorcio como un indicador de una vida familiar estable.
En Dinamarca, el 46% de los matrimonios heterosexuales terminan en divorcio (2010), en comparación con el 14% de los matrimonios de varones homosexuales y el 23% de los matrimonios de lesbianas.
En los Países Bajos, el 43% de los matrimonios heterosexuales terminan en divorcio (2009), en comparación con el 7% de los matrimonios de varones homosexuales y el 14% de los matrimonios de lesbianas.
En el Reino Unido, la tasa de divorcio de las parejas homosexuales 29 meses después de la introducción de la sociedad civil fue ligeramente inferior al 1% (2007). La tasa de divorcio para parejas del mismo sexo es del 47% (2011).
Entonces … me parece bastante estable.