América, a diferencia de Alemania, no establece límites super estrictos en el progreso de la educación. No hay ninguna ley para esto, solo pautas y requisitos mínimos.
Cualquier estudiante que sea capaz y calificado puede asistir a la universidad si la universidad los admite. Querrán asegurarse de que el joven tenga una supervisión adecuada por parte de un padre o tutor. Estos estudiantes son bastante excepcionales, por lo que son tratados de forma individual.