Comuníquese con él y vea si hablaba en serio cuando se lo propuso, asegúrese de informarle cómo se siente y de sus expectativas y déle la oportunidad de cambiar de opinión si simplemente “sale” sin que él piense.
Si fue serio, discuta de manera realista cuando ambos quieran casarse y si esto va a ser un compromiso de mucho tiempo o un matrimonio que nunca va a suceder.