Qué maravillosa pregunta. Es el tipo de pregunta que mejor se responde bajo un cielo invernal, con una taza de té en un pequeño café rebosante de higge (una maravillosa palabra danesa).
Al principio, su pregunta se asemeja a un enigma victoriano que se enrolla en un nudo más apretado cuanto más intenta desenredarlo, pero en realidad no lo es.
De hecho, están profundamente entrelazados, pero se desenredan fácilmente en la plenitud del tiempo. Amar algo, o alguien, no es un acto finito. Es algo que quiere y necesita atención, crecimiento, curiosidad, comprensión, esfuerzo y deseo.
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Querer amar algo es simplemente un acto de abrir una puerta, mirar adentro, estar abierto a si hay o no una resonancia y, lo más importante, si te ama de una manera que te haga una mejor versión de ti mismo en una vida sostenida. Base, a diferencia de una infatuación.
Si hay, y lo hace, entonces un maravilloso viaje espera.
¡Buena suerte en tu viaje y que se llene de higge!