Si ella no está feliz por ti, si no confía en ti, si no puede estar contenta sin ti, o es emocionalmente manipuladora, o tiene problemas serios con los que, desafortunadamente, probablemente no podrías ayudarla. . Me inclino a pensar que es lo primero, especialmente si eres de una cultura que tiene lazos familiares muy fuertes. Los lazos familiares son maravillosos, pero citaré el ejemplo de mis padres. Mi madre adora a todos y cada uno de sus seis hijos. Viven en todo el país, desde Alaska hasta Georgia. Los extraña, sin duda, y desea poder verlos más a menudo, lo que es perfectamente razonable. Sin embargo, ella, más allá de estar muy emocionada cuando vienen de visita, no pinta, no se queja, y no trata de convencerlos de que permanezcan cerca de sus voluntades. Ella reconoce que todos sus hijos han crecido, con sus propias familias ahora, y su primera prioridad es para ellos. Ella nunca me ha sofocado o ha sido un padre helicóptero, ¡y me ha ayudado a crecer tanto! Ella siempre estuvo allí cuando la necesitaba, y la quiero más de lo que puedo expresar. A medida que crecí, y como ella nunca ha empujado consejos no deseados o conferencias en mi garganta, nos hemos acercado aún más que a nosotros. Puedo estar ahí para ella y apoyarla como amiga, y viceversa. Confío en su consejo y en el consejo más que en el de nadie. Nuestra relación está más cerca de ser uno entre iguales que nunca. Creo que las almas son eternas, y no creo que mi madre fuera necesariamente siempre, ni siempre lo será, solo una figura materna para mí. Para mí, ella también se siente como una mejor amiga y hermana, una mejor amiga mayor y una mentora, pero, no obstante, una mejor amiga. Ella me anima a seguir mis sueños y nunca ha tratado de manipularme emocionalmente para conseguir su camino. Ella es una madre completamente desinteresada y amorosa.
Me doy cuenta de que es difícil competir con eso. Estoy segura de que tu madre también es maravillosa, pero necesita aprender a ser más como mi madre si va a superar este repentino miedo y tristeza de ella. Mi madre es fuerte, independiente, feliz y amorosa sin ser manipuladora ni egoísta. Si tu madre no puede hacer esto, es ella quien realmente necesita cambiar para dejar de ser miserable, no puedes hacer eso por ella. Es su actitud, no sus acciones, lo que la hace infeliz.