¿Qué quieres de tu relación más significativa en este momento, que no sabes cómo obtener?

Lo más interesante de esto no es el ‘qué’ específico, sino el hecho de que todos tienen cosas que les gustaría pero que no podían obtener. O más exactamente, todos tenemos cosas que CREEMOS que queremos, pero que no obtenemos. En mi relación actual de 31 años, me ha quedado claro que aprender a lidiar con no obtener es un gran regalo que la otra persona te da sin querer. Hagas lo que hagas, inevitablemente piensas que quieres más o diferente. Las cosas se ponen rutinarias, te sientes en una rutina. Pero aprender a ver el valor en la rutina no tiene precio. Es por eso que la meditación funciona. Recuerde la famosa cita de Marcel Proust: “El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos”.