Sí, puedes amar a alguien desde lejos. Mostrándoles atención, revisándolos de vez en cuando.
Si la persona no es emocionalmente segura para que la tengas en tu vida, entonces continúa orando por ella. No renuncies a rezar por ellos, sino mantenlos a la altura de los brazos. Dios en su propio momento y de acuerdo con su voluntad, les permitirá regresar a su vida transformada.