¿Realmente importa si hay una razón o no? Probablemente hay uno, pero incluso si descubres qué es, ¿qué vas a hacer? ¿Dígales a los dos que hablen de ello hasta que resuelvan el problema y se conviertan en “amigos”? Decida quién está en el ‘error’ y dígale que se disculpe con el otro. Creo que sabes que nada de esto funcionaría. Es condescendiente y asume que la “razón” es una cosa simple que puede resolverse con bastante facilidad.
A veces simplemente no nos gusta alguien, incluso podríamos detestarlo, por razones que no nos entendemos por completo. La persona acaba de poner nuestros dientes en el borde y encontramos que todo tipo de cosas acerca de ellos son intensamente irritantes. No podemos soportar su compañía.
Si es un compañero de trabajo, tenemos que tolerarlos de alguna manera y esperar hasta que estemos en casa antes de gritar o golpear un cojín. Pero cuando es nuestro momento social, cuando queremos relajarnos y disfrutar de nosotros mismos, puede ser muy deprimente pensar que todavía tenemos que pasar nuestro tiempo ‘en el trabajo’: fingir que nos gusta y disfrutar de la compañía de alguien que no podemos estar. ¿Nunca has estado en una situación como esta?
¿Hay alguna buena razón por la que tú y tu novia deban encontrarse con tu mejor amigo y su novia? ¿No puedes hacer las cosas por separado, como parejas, sin juntarte como un cuarteto? Además, tú y tu mejor amigo pueden socializar juntos, sin tus amigas, tal como estoy seguro que solías hacerlo.
Tú y tu mejor amigo se eligieron como amigos. Tu mejor amigo eligió a su novia y tú elegiste la tuya. Pero tus amigas no se eligieron. No encajan bien, por la razón que sea.
No hagas una gran cosa al respecto. A menos que la novia de tu amigo sea abiertamente grosera con tu propia novia, entonces no hay un problema que resolver. Simplemente no se junten socialmente, los cuatro juntos.