Tengo 46 (¡ack! ¡Casi 47!) Y estoy abrumado por el hecho de que no sé lo que amo.
O, para ser más precisos, estoy abrumado por el hecho de que amo muchas, muchas cosas.
¿Qué tengo que hacer?
¿Cómo puedo encontrar lo que se supone que debo hacer?
- ¿Hay alguna especialización en la universidad que involucre matemáticas, física y mis habilidades en 3D? Estas son mis ventajas, y creo que sería un desperdicio si no lo uso bien.
- ¿Cuáles son los requisitos para obtener mi licencia a los 18 años?
- ¿Cuáles son algunos libros sobre niños / adolescentes (menores de 17 años) guerreros?
- ¿Cómo se sienten los extranjeros acerca de la educación sexual en Noruega como lo ejemplifica la serie de Newton sobre la pubertad?
- ¿Cuántos adolescentes / adultos jóvenes tenían sueños que estuvieran al nivel de Elon Musk?
¿Sabes cuántas veces a lo largo de mi vida me he sentido así?
Casi todo el tiempo.
¿Sabes quién más se siente así?
Casi todo el mundo.
Todos lo estamos volando.
Sigo sintiéndome abrumado hasta que recuerdo que no se trata de ir a ninguna parte (ya sé cómo termina esto y no tengo prisa).
Se trata de la aventura. (Y todavía me olvido y tengo que recordarme, por eso escribo sobre eso).
El hecho es que nadie es nunca llega al punto en que consiguen que todo se resuelva. Si lo hacen, es fugaz.
La felicidad no es esperarte en el otro lado de ti, encontrando lo que te hace feliz. La felicidad es ahora.
Ya tienes lo que buscas. El resto de tu vida es para que lo configures.
Sentir que eres la única persona que no lo ha descubierto es una ilusión creada principalmente por ti y tus miedos y alimentada por el hecho de que todos presentamos al mundo externo solo los mejores fragmentos de nosotros mismos.
En lugar de sentirnos abrumados, seamos aventureros.
Pasemos la misma cantidad de tiempo siendo aventureros que alimentamos nuestra ansiedad y veamos qué sucede.
Les aseguro que todos estamos tratando de encontrarnos porque todo cambia. El mundo cambia. Nosotros cambiamos. Cada vez que tienes lo que necesitas tienes que empezar de nuevo.
La felicidad es un objetivo en movimiento, y tienes menos tiempo del que crees.
Ayer tenía 17 años.