Los cambios repentinos a menudo pueden indicar problemas de estrés, ansiedad, depresión o una combinación de estos. Sería una buena idea para él ver a un médico para una evaluación. La asesoría también puede ayudar a identificar qué es lo que hace que se sienta tan irritable. La medicación y la terapia pueden ayudarlo a llegar a un acuerdo con lo que lo está molestando, y ayudarlos a regresar a donde estaban antes.
Conozco a mi esposo desde hace casi 12 años. Empezó a actuar muy irritable y no era tan cariñoso. Resultó que estaba deprimido, y la medicación y la terapia lo han ayudado mucho a él y a nuestra relación.