Usted no lo sabe.
De hecho, si hay una cosa que sí sabes, es que él cambiará, y tú también. Las personas cambian con el tiempo, a veces de maneras pequeñas y otras en general. No obtienes una garantía de que la persona con quien te cases nunca cambiará. De hecho, puedes contar bastante con el hecho de que lo harán. Si no puedes manejar eso, el matrimonio no es para ti.
Pero nuevamente, si no puedes manejar eso, las relaciones probablemente tampoco sean para ti.
No soy la persona que era hace cinco años. No eres la persona que eras hace cinco años. Nadie que lea este post es la persona que eran hace cinco años. No serás la misma persona dentro de cinco años. Ni yo tampoco, y tampoco el tipo con el que estás saliendo.
Si estás buscando una garantía, olvídalo. No consigues uno … y eso está bien. El secreto de un matrimonio feliz es no intentar congelar a su pareja en el concreto, aislarlo en un vacío sin aire en el que nunca podrá crecer o cambiar. El secreto de un matrimonio feliz es construir un amor y una relación que sea fuerte y resistente ante el cambio, que sea flexible, no frágil; Que puede adaptarse y crecer a medida que crece. Cuanto más estrechamente trates de aferrarte a lo que es ahora, menos podrás hacer frente a lo que será mañana, y más frágil será tu relación.