Hay básicamente dos estrategias aquí: desarraigo y reorientación. Estos términos es exactamente como lo describo (nunca lo he leído en ningún lado así).
Desarraigo
Los sentimientos negativos actuales tienen su raíz en una experiencia pasada. Esta experiencia pasada está compuesta de evento + interpretación. Una vez que se consolida en la memoria, sin embargo, estos dos elementos parecen mezclados e indistinguibles.
La interpretación inicial que le diste al evento fue probablemente automática, condicionada. Pero esa forma de verlo y sentirlo no es una necesidad , es una elección (aunque sea automática). Entonces, puedes invocar ese evento con gran detalle y sentimiento, en tu mente, y cambiar la forma en que miras lo que se dijo y lo que eso significa.
Esto definitivamente involucra la práctica de la compasión. La persona que te lastimó estaba en un estado de sufrimiento. Las palabras que salieron fue su propio sufrimiento derramándose. No son realmente personales. Son fruto de su ilusión y apegos. Contemplando así, puedes transformar la ira en compasión.
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Redirigiendo
La atención es nuestra herramienta más poderosa. Todo aquello a lo que prestamos atención “existirá” y crecerá; A lo que sea que retiremos la atención, se desvanecerá y “disolverá”
Al igual que en la meditación, constantemente redirigimos nuestra atención hacia los pensamientos y hacia la respiración, en su vida puede aplicarse el mismo proceso de pensamiento, siempre que surjan estos patrones de pensamiento negativos. De esta manera, su práctica diaria fortalece su capacidad para meditar, y viceversa.
Para los patrones mentales que son más dominantes y arraigados, es necesario desarraigar mucho. En cualquier caso, estos dos enfoques pueden (y deben) usarse juntos.
Finalmente, trabajar en su interior no le impide realizar alguna acción concreta, en el exterior, para detener una situación injusta y problemas innecesarios.