Oh, por dónde empezar.
- Responsabilidad.
- Honestidad.
- Una ética del trabajo.
- Modales básicos para interactuar con adultos y compañeros.
- Empatía por los demás.
- La capacidad de concentrarse durante más de 30 segundos.
- Una sensación de que el fracaso es un paso necesario para tener éxito.
- La voluntad de aceptar desafíos, y no siempre tomar el camino fácil.
¡Adelante, padres! ¡Entonces mi trabajo será diez veces más fácil! 😉