¿Cuál es el mejor momento en tu vida matrimonial o amorosa?

Unos tres años después de mi matrimonio, mi esposa y yo estábamos pasando un mal momento. Parecía que siempre nos entendíamos mal y discutíamos más de lo que a cualquiera de los dos nos gustaba. Peor entonces los argumentos fueron los silencios. Para mí, no sabía cómo hablar sobre cuáles eran los problemas. No siempre sabía cuál era el problema, pero sabía que había uno. Comencé a pensar que tal vez sería mejor si tiráramos la toalla. No quería, pero no sabía qué más hacer.

Un día no se decía mucho. No podía soportarlo más y le dije en voz baja: “Tengo que decirte algo. No va a ser fácil decir o escuchar”. Ella esperó y no respondió. “He estado pensando en irme”. Parecía un poco triste pero aún no decía nada. “Lo he estado pensando pero no quiero. Simplemente no sé qué hacer”. Ella respondió: “Yo tampoco quiero que te vayas”. El alivio que sentí fue como nada que hubiera experimentado. Pensé que admitir lo frustrada que estaba y cómo la frustración se manifestaba en mis pensamientos la lastimaría y no quería lastimarla. Tal vez peor, entonces pensé que tal vez eso era lo que ella quería, para que me fuera.

Este es el mejor momento de mi matrimonio porque marcó el comienzo de un momento en el que podríamos contarnos todo, sin importar cuán cargado fuera. Confié en que ella estaba comprometida con nuestra relación y ella confiaba en que yo lo estaba. Confío en que ella me está diciendo cosas para compartirlas y hablarlas, no para hacerme daño y ella confía en que tengo los mismos motivos cuando le cuento cosas. Con el tiempo, casi todos los pequeños desacuerdos desaparecieron o desaparecieron en minutos, no en días. Empezamos a disfrutar cada vez más de la compañía y ahora ambos esperamos terminar cada día sentados juntos, solos y hablando de nuestro día. Hemos estado casados ​​por 10 años, juntos por 14. No puedo imaginar mi vida sin ella y ni siquiera intentaría intentarlo por nada.