El apego seguro en realidad no se forma principalmente a través de la proximidad continua, sino a través del cuidado oportuno, predecible y sensible cuando el niño está angustiado. Para los bebés, el hecho de llevar puede promover esto, y los estudios incluso muestran un pequeño efecto positivo para los niños en riesgo.
Aún así, no es necesario llevar nada para que el niño se enganche de forma segura a sus padres. Además, a medida que el bebé se vuelve más capaz de moverse, los niños con apego seguro explorarán su entorno, utilizando la figura de apego como su base segura. Tan pronto como los niños puedan moverse por su cuenta, se les debe permitir alejarse de los padres y regresar o llamar a los padres cuando lo necesiten. El transporte continuo en esta etapa no es necesario ni una buena idea.