Se ha comprobado científicamente que las personas atractivas, especialmente las mujeres, tienen mejores genes que el lote promedio.
Entonces, cuando los padres quieren que sus descendientes tengan parejas atractivas, sin saberlo, están siguiendo la teoría de la evolución, al querer que sus propios genes (en su descendencia) estén emparejados con genes de alta calidad, ¡garantizando así una mejor oportunidad de propagación de sus propios genes!