El niño debería dedicar tiempo ahora a explorar un grupo de posibles intereses para encontrar DOS cosas que realmente disfruta hacer. (A menos que ya sea un empresario de 13 años, lo adore y vea los negocios como el camino claro para su vida y carrera futuras, NO apunte específicamente a la escuela de bachillerato, es decir, a Wharton). Idealmente, son diferentes, no la ciencia + ingeniería … más como hockey sobre hielo + música, o matemáticas + breakdance.
No importa lo que sean, solo que le encanta hacerlos y que no lo hace en absoluto porque sus padres piensan que serían estratégicamente buenos para la universidad. Una vez que un niño y sus padres comienzan a orientar su vida en torno a los gustos imaginados del personal invisible de admisiones de la universidad, es cuando todo se pone realmente loco.
Trate de resolver esas dos cosas al menos al final del primer año.
Entonces: hazlos, chico. Mójalos. Hazlos duros. Patada a tope a tope. Ser un líder y un organizador de alguna manera.
- ¿Por qué las personas se obsesionan con las celebridades, los modelos y las estrellas que actúan como mocosos malcriados, cuando se ignora a las grandes personas? ¿Qué han hecho por la sociedad?
- ¿Qué hace que Fast Times at Ridgemont High sea una película ‘adolescente’ clásica?
- Soy peculiar y tímida. ¿Cómo puedo usar eso para mi ventaja y no ser visto como raro?
- ¿Cuáles son algunas habilidades para la vida que todos deberían aprender antes de vivir por su cuenta?
- Mis padres siguen preguntándome si hay algo mal. No hay ¿Pero cómo los convenzo para que me crean?
Aparte de eso: haz algo impresionante en lo académico desde el primer día del primer año. Enfóquese en desarrollar habilidades de persistencia y administración del tiempo, los dos activos más importantes a lo largo del viaje académico. Desarrollar una percepción de la “inteligencia” como el producto demostrado del esfuerzo y la persistencia en un área cognitiva determinada, y no como un rasgo fijo o un “regalo” innato.
Luego, durante la segunda mitad del año junior, el joven debe comenzar a buscar en las universidades, a fondo, y sobrepasar el marketing casi inútil de las páginas de admisión para comparar y contrastar las diferencias fundamentales en la facultad, los planes de estudio del departamento, los programas de grado, y el medio ambiente en general.
Solo así podrá probar las hipótesis de que Harvard y Wharton proporcionan mejores entornos que cualquier otra institución para su trayectoria futura única.