Aprovechas al máximo cada día que estás con ellos. Aprende todo lo que puedas de ellos, escucha y respeta lo que tienen para enseñarte. No consideré que sus días estuvieran contados en mis interacciones con ellos. Eran mi familia y yo disfrutaba de su compañía cada vez que los veía. Nadie sabe cuánto tiempo podremos tener en esta Tierra. Regocíjate en su presencia y en la venida de las nuevas generaciones. El obsesionarse acerca de quién va a morir primero quita toda la alegría de vivir la vida que se nos da.
A lo largo de los años, he perdido a muchos miembros de mi familia, algunos trágicamente, algunos después de una enfermedad prolongada y dolorosa. ¿Los echo de menos? Por supuesto, mucho, pero también tengo fe en que volveré a encontrar sus espíritus en otra vida. No profeso saber a dónde van los miembros de nuestra familia en su fallecimiento, ni tampoco a dónde iré, nadie ha vuelto para contar sus experiencias, pero no me detengo en nada de eso. Solo aprecio a quién he conocido y con quién estoy en este momento. Los humanos tenemos la imaginación y la inteligencia para imaginar todo tipo de posibilidades en nuestras vidas y más allá. La vida es demasiado corta para preocuparse por la escasez y la pena de perderla o la de nuestros seres queridos. No podemos cambiar nuestro destino, así que simplemente estar en el momento y disfrutar de él.