Parece que no sabes lo que sabes en tus entrañas. Si consigues una prueba, ¿qué vas a hacer con ella? Enfrentarla? Entonces enfréntate a ella de vez en cuando, déjala. O simplemente dejarla sin una confrontación. Esa es la mejor manera. La dejará desorientada, enfurecida y se convertirá en otra molestia.
Por cierto: una cura para una mujer es otra mujer. Créeme. Ella te enviará al cielo y te preguntarás por qué te molestaste con el anterior.