Lo que estoy a punto de decir es horrible, lo sé, pero su situación y pregunta me devolvieron este recuerdo (algo en lo que no había pensado en años). Cuando tenía quince años, me hice amigo de un grupo de niñas y niños.
Todos éramos amigos. Esa fue la parte maravillosa, y uno de los momentos más felices de mi adolescencia. Al mismo tiempo, algunos de nosotros estábamos saliendo, otros no, y pero todos estábamos coqueteando y esperando salir juntos cuando podíamos sin lastimarnos. Para los niños de quince años, esto puede ser una tarea difícil, pero lo logramos.
Por ejemplo, me sentí muy atraído por el novio de uno de mis mejores amigos, y sé que él lo era para mí, pero también sabía que a ella realmente le gustaba y ella a él. Es cierto: él y yo coqueteamos ligeramente entre nosotros y, sí, realmente esperaba que se separaran para que él y yo pudiéramos reunirnos. ¿Pero traté activamente de separarlos? De ninguna manera, aunque estaba muy tentado de hacerlo. (La atracción fuerte es la atracción fuerte.) Yo no era ese tipo de persona.
Había un chico en el grupo que era un chico muy agradable. No le habría hecho daño por nada. Sin embargo, era grande, alto, desgarbado y tenía un caso muy grave de acné. Lo encontré realmente repulsivo.
Por supuesto que me invitaría a salir. Era difícil, cómo manejar esto. Así que mentí para evitar sus sentimientos.
No recuerdo lo que realmente dije, pero recuerdo claramente lo que dijo y mi respuesta final.
Yo … “Lo siento mucho, pero estoy ocupado [con X]”.
Él … “No, en serio, ¿cuál es la verdadera razón?”
No podía creer su egoísmo. Lo intenté de nuevo.
Yo- “Estoy pasando por una fase en la que no salgo con nadie”.
Él … “Vamos, ¿cuál es la verdadera razón?”
No podía creerlo, qué ego. Pero intenté de nuevo decepcionarlo. Así que utilicé la excusa de los viejos padres.
Yo … “Mi madre dijo que quiere que yo vaya con X, y no tendré tiempo para salir”.
Él … “No, en serio, ¿cuál es la verdadera razón?”
Soy una persona imaginativa. Pero lo tuve con su gran ego y con mis “razones”. Así que le di la “verdadera razón”.
Yo- “Porque no me gustas”.
No recuerdo cómo respondió, pero sé que no me persiguió después de eso. Admito que me emocioné al decir eso, pero también me sentí terrible y culpable.