Era huésped de una casa en la casa de una bella y rica mujer asiática. Nos llevábamos muy bien juntos y ella era una anfitriona muy encantadora. Está casada, PERO su marido vive aparte de él y ella lo ve por un máximo de 1 mes por año. Probablemente tiene una amante o dos que “entretiene”.
Estaba segura de que ella me estaba enviando aliento, así que le pregunté a nuestra mutua y confiable amiga. La respuesta que obtuve fue: “No te equivoques”. Llegué a la conclusión de que tenía más que perder de lo que tenía que ganar. Al menos tuve y aún tengo un muy buen amigo que está feliz de tenerme como invitado en su casa.