Cuídate de tus pensamientos, se convierten en tus palabras.
Cuídate de tus palabras, se convierten en tus acciones.
Cuídate de tus acciones, se convierten en tus hábitos.
Cuídate de tus hábitos, se convierten en tu personaje.
Cuídate de tu carácter, se convierte en tu destino.
Soy alguien que realmente cree en las declaraciones anteriores. Así que ten cuidado con tus pensamientos.
En este punto hay dos posibilidades. Una es que puedes fantasear y poco a poco se diluirá a medida que pasen los días. En segundo lugar, tu fantasía se transformará en deseo y comenzarás a encontrar formas de cumplir tus deseos que causarán grandes problemas en tu vida. Es tu fuerza moral la que te salva todo el tiempo.
No seas un debilucho.