Si tiene una buena razón para odiar la vida en su hogar, como el abuso físico, emocional o sexual, debe informarlo a la policía y los servicios sociales de inmediato y pedirles que lo retiren de su hogar.
A las autoridades gubernamentales no les gusta hacer esto, por lo que es importante que envíe su solicitud por escrito con buenas razones. Hay muchas líneas telefónicas gratuitas que puede llamar para pedir asesoramiento y hay servicios legales gratuitos con abogados que lo ayudarán. Investiga un poco en Google para encontrarlos.
Le sugiero que haga algo al respecto ahora porque el abuso causa graves daños a largo plazo a su personalidad y no mejorará por sí solo.