Todo lo que un humano puede experimentar parece tener potencial para ser cuantificable algún día. Sin embargo, la utilidad de esos resultados y números puede ser cuestionable, ya que todo es relativo, subjetivo y, por lo tanto, incomparable.
Tal vez en la escuela secundaria recuerdes cuando “pensabas” que estabas enamorado de un amorcito, a medida que tu relación avanzaba y con el paso de los años desarrollaste un amor “más profundo” por ellos. Sin embargo, en las etapas iniciales, “sentimos” como si fuéramos 100% locos por ellos, y tal vez en esas etapas ese “amor” fue más puro, dada la multitud de otros factores que entran en nuestras vidas y enmarca esas líneas como Venimos a experimentar el increíble mundo que nos rodea.