¿Hasta qué punto es justo culpar a tus genes por las características que deseas modificar en ti mismo o por los rasgos que no te gustan?

No puedes enmendar la naturaleza. Así es como funciona.
dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo a criticar nuestros pasivos, pero no nos damos cuenta de que si trabajamos con nuestros activos, podemos contraparterlos.
así que deje de quejarse por lo que no tiene y comience a apreciar lo que tiene porque siempre recuerde que “siempre será una persona menos privilegiada que usted”.