Se siente increíble Vivía en Alemania y conocí a mi esposo, un soldado estadounidense allí. Viajamos a Dinamarca para casarnos porque había poca burocracia. Les dijimos a nuestras familias pero nadie fue invitado a la boda. Solo sabíamos unos diez días antes cuando nos casaríamos aproximadamente (debido al horario de atención de la oficina del alcalde). Nos casamos en inglés, tuvimos 2 testigos que no hablaban inglés. Una secretaria nos tomó un video con nuestra cámara. Otro tomó nuestra foto. Mi certificado de matrimonio está en 5 idiomas; Danés, sueco, alemán, inglés y francés. Había arreglado un día antes para conseguir un ramo en la floristería local. Escogí un arreglo FTD. Recuerdo a la empleada diciendo “Verde, oh, qué verde tan hermoso”. Organizamos un pastel de boda también. Como el día de nuestra boda también fue el cumpleaños de mi esposo, le pedimos a la panadería que combinara ambas ocasiones en un solo pastel. Cuando fue entregado al hotel, tenía tres niveles con banderas alemanas, danesas y americanas. El pastel de abajo decía “Feliz Aniversario”. Qué destello. Estaba nevando y hacía mucho frío el día que nos casamos, pero decidimos dar un paseo por la ciudad. Mucha gente nos felicitó porque era evidente que estábamos en ropa de boda. Muchas personas mayores nos felicitaron en danés. No sabíamos lo que decían, pero sonreímos. Tenía un simple traje de novia blanco y un fieltro blanco que cosí pedrería. De vuelta en el hotel, tuvimos que pasar por una sala de conferencias para llegar a nuestra habitación. La sala estaba llena y cuando pasamos por entre la multitud nos detuvimos y miramos fijamente. No sé si fuimos nosotros caminando o la ropa. Mientras esperábamos la entrega del pastel, hicimos un improvisado trípode para cámara de video con las sillas de la habitación. Nos grabamos a nosotros mismos bebiendo champán (estaba un poco mareado) y cortando el pastel. Era como tener una recepción de boda privada.
El día era sobre nosotros, lo que queríamos y libre de presiones. Tengo un arrepentimiento de que mi padre no me acompañó por el pasillo. Pero le dije que preferiría ser feliz y haberlo hecho de esta manera que tener un gran espectáculo. No cambiaría mi experiencia por nada.