Todas las relaciones prosperan en el respeto mutuo. Respetar la individualidad de otro es la base de una relación fuerte y duradera. En una relación, uno no debe sentirse sofocado o inmovilizado. Una relación fuerte es aquella en la que el otro le ofrece sus alas para elevarse. En breve, el sacrificio tiene un papel significativo que desempeñar en una relación duradera. Complementarse y complementarse mutuamente, ciertamente ayuda mucho a consolidar las relaciones. Viva y deje vivir debe ser el lema. Uno debe aprender a aceptar las otras ‘verrugas y todas’ tal como se requiere que se acepte tal como es. Debemos darnos cuenta de la verdad de ser amados no por lo que somos, sino por ser lo que somos. Lo último, pero ciertamente no lo menos importante, es la presencia de humor. Reírse de las flaquezas de los demás, sin ser ofensivos, y en general, mantener un aire chistoso de camaradería es una ventaja adicional. Cúbralo todo con un sutil romance, y la cosa es tan buena como el oro. El oro sale ileso incluso a través del fuego. Y también lo hace una relación sólida como una roca que sobrevive al peor infierno.
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