No puedo responder por la terapia para todos, pero sí sé que la terapia individual realmente me ayudó cuando estaba decidiendo si seguir o no en mi matrimonio. Mi ex-ex y yo pasamos por cerca de cuatro terapeutas cuando estábamos en asesoramiento conjunto, y nada cambió. Me sentí como una herramienta completa. Oops, me refiero al fracaso , porque se suponía que la terapia lo mejoraría, ¿verdad? ¡Incorrecto! Piénselo de esta manera: si usted es un consejero de parejas que se gana la vida asesorando a personas infelices, querrá que regresen todo el tiempo posible para asegurar su cheque de pago. Mi ex y yo no teníamos por qué seguir casados.
La asesoría individual fue muy útil, porque el objetivo de mi terapeuta no era “salvar el matrimonio”, sino más bien determinar si debería estar casado. Elegí un consejero secular y no uno basado en la fe, así que sabía que el tratamiento no tendría un sesgo incorporado.
Fue muy útil para avanzar hacia el divorcio, y arrojó luz sobre muchos aspectos inaceptables y desagradables de mi matrimonio que nadie debería haber tolerado. A veces un tercero objetivo es muy útil.
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