Me he dado cuenta de que, en cierto modo, todos somos un poco frágiles. Hay dos regalos importantes que nos dan varias experiencias en la vida, uno son las raíces y el otro son las alas. Algunas personas creen que aguantar y agarrarse hay signos de fortaleza. Esto se aplica a todas las personas que han sido quebrantadas pero que han sido lo suficientemente fuertes como para dejarlas ir. Por las personas que han herido tanto que sentían que nunca podrían volver a amar, pero que mantenían la cabeza erguida. Porque las personas que sentían la soledad no eran parte de ellos, pero de todos modos lo soportaban. Para las personas que están bien con ocupar toda la habitación en la cama. Aunque a veces, se siente un poco vacío. Para las personas que se despiertan por las mañanas sin llamadas perdidas, pero sonríen de todos modos. Para las personas que tienen heridas aún curativas. Para las personas que nunca quisieron dejar ir pero tuvieron que hacerlo. Para las personas que todavía creen en el amor, incluso después de todo el dolor que su corazón ha sufrido. Para todas las personas que se dieron por vencidas no porque fueran débiles, sino porque la mayoría de las veces es mejor dejarlo ir. Quédate ahí y no te rindas! hay momentos en la vida en los que se necesita mucha más fuerza Simplemente dejar ir porque los nuevos comienzos a menudo se disfrazan de finales dolorosos. Tome una nota, una grande tal vez, sea valiente. Incluso si no lo eres, finge serlo. Nadie puede decir la diferencia. No permita que el teléfono interrumpa los momentos importantes. Está ahí para su conveniencia, no para los que llaman. No queme los puentes. Se sorprenderá de cuántas veces ha cruzado el mismo río. No se olvide, la mayor necesidad emocional de una persona es sentirse apreciado. No se especialice en cosas menores. No digas que no tienes suficiente tiempo. Aprende a decir no cortés y rápidamente. No uses el tiempo o las palabras descuidadamente. Ninguno de los dos puede ser recuperado. Cada persona necesita tener su momento bajo el sol, cuando levanta sus brazos en señal de victoria, sabiendo que en este día, a esta hora, estaban en su mejor momento. Haga que sus prioridades sean claras. Dale a la gente una segunda oportunidad pero no la tercera. Juzga tu éxito en la medida en que estés disfrutando de paz, salud y amor. Aprende a escuchar. La oportunidad a veces golpea muy suavemente. Deja todo un poco mejor de lo que lo encontraste. Vive tu vida como una exclamación, no como explicación. Nunca corte lo que pueda ser desatado. Nunca sobreestimes tu poder para cambiar a los demás. Nunca subestimes tu poder para cambiarte a ti mismo. Recuerde que el éxito de la noche a la mañana puede durar unos quince años y recuerde que los ganadores hacen lo que los perdedores no quieren hacer. Busca la oportunidad, no la seguridad. Pase menos tiempo preocupándose por quién tiene la razón y más tiempo preocupándose por lo que está bien. Deja de culpar a los demás y asume la responsabilidad de cada área de tu vida. El éxito es obtener lo que quieres. La felicidad es gustar lo que se obtiene. La importancia de ganar no es lo que obtenemos de ello sino lo que nos convertimos a causa de ello. Entonces, cuando te enfrentas a una tarea difícil, actúa como si fuera imposible fallar. En tu mejor momento, todavía no serás lo suficientemente bueno para la persona equivocada. En el peor de los casos, valdrá la pena para la persona adecuada. Nadie te protegerá de tu sufrimiento, tienes que soportarlo. A veces luchamos por un café sin sabor hasta el último sorbo y encontramos azúcar en el fondo. Así es la vida, siempre endulzada pero a veces no agitada. Entonces, tome otra nota, el amanecer es otra forma de decir una vez más, hacer una diferencia, tocar un corazón, animar una mente, inspirar un alma y disfrutar del día.