Usted se divorcia de su cónyuge no de su familia.
Uno es carne y sangre y el otro no.
Entonces, si la carne y la sangre son horribles, es irrelevante. Similar a la conversión religiosa. Puedes dejar la fe de tu familia, pero siempre será parte de quién eres, ya sea horrible o no.
Bien…. divorciarte casi garantiza que tienes una familia horrible. Eso es parte del trato. Lo arruinas todo con el divorcio. Los niños se vuelven locos, y muchas veces te odian. El cónyuge, por supuesto, te odia. Tus parientes ahora te odian. Todo el mundo te odia. Sí, divorcio y mala familia, van de la mano.