Todavía podría amarlo, pero desde lejos. A veces amamos / amamos a las personas aunque sean polos aparte de nosotros. Pero es suicida invertir toda nuestra vida en una persona que no valora tu alma. Sabes que no puedes mover una montaña. La vida se va y todos seguimos adelante y, finalmente, encontramos nuestro cubículo donde nuestros sueños, esperanzas, sentimientos y valores son respetados y valorados.
Pero no importa cuánto nos cambiemos, en algún rincón de nuestro corazón aún tenemos sentimientos por esa persona. Lo que es absolutamente normal, porque somos humanos y no robots. No hay interruptor de encendido / apagado.