No.
Lo abrazaría o escucharía escuchar lo que sucedió. No importa qué edad tengan mis hijos, estaré allí para recibir apoyo emocional cuando lo necesiten. Los abrazos son poderosos. Necesitamos construirnos mutuamente y dejar de avergonzar a las emociones. Reírse cuando su hijo, u otro ser humano, sufre, es simplemente inaceptable.